Llegar a la jubilación es uno de los principales hitos de la vida. Después de años de capacitación y educación, décadas en la fuerza laboral y de ahorrar dinero diligentemente, ¡finalmente lo logró! Puede esperar disfrutar de sus años dorados con menos estrés, golf y disfrutar de la buena vida. ¿Bien? Bueno, no tan rápido. Muchas personas entienden lo que deben hacer para llegar a este punto; sin embargo, pocas personas planifican adecuadamente la etapa de desacumulación de su jubilación. De hecho, unos pocos pasos en falso pueden descarrilar las finanzas o alterar la vida. A continuación se detallan los errores que todos los futuros jubilados deben evitar:
No retirarse A algo: Cuando las personas trabajan a tiempo completo, tienden a quejarse de tareas tediosas como desplazamientos, reuniones, compañeros de trabajo difíciles y otras actividades. Sin embargo, estas actividades, sean placenteras o no, proporcionan a las personas una estructura diaria. Desafortunadamente, muchos jubilados descubren, a los pocos meses de jubilarse, que hay mucho tiempo que perder cuando no están trabajando. Si bien los pasatiempos, salir a cenar y viajar son actividades que valen la pena, ninguna de ellas es una actividad de tiempo completo.
Durante la jubilación, es imperativo determinar una manera de mantenerse socialmente comprometido, mentalmente alerta, físicamente activo, conservar un sentido de propósito y mantener la estructura de su día a día. Hay muchas formas de hacerlo, que incluyen trabajo a tiempo parcial, voluntariado, participación en grupos sociales regulares, una combinación de todos estos elementos y mucho más. No retirarse a una rutina diaria específica puede provocar un deterioro físico y mental más rápido y una falta de realización.
Tomar demasiado riesgo de inversión: La combinación de tener más tiempo y disponer de un conjunto de activos puede tentar a los jubilados a “jugar” en el mercado o realizar diversas inversiones especulativas. Esta no es la etapa de la vida para correr estos riesgos, aunque sean pequeños. El juego es adictivo y la pendiente resbaladiza. Unas pocas operaciones afortunadas o acuerdos imprudentes que puedan funcionar pueden hacer que uno arriesgue más capital, lo que en última instancia puede llevar a acabar con una parte importante de sus ahorros.
La jubilación es un momento para disfrutar los frutos de su trabajo. No es el momento de arriesgar su capital, cuando le resulta más difícil o no tiene capacidad para recuperarlo. Esto requiere tomar las precauciones adecuadas para proteger sus fondos tanto contra el riesgo de inversión como contra la inflación. Como mínimo, todos los jubilados deben implementar las siguientes estrategias dentro de su plan, independientemente de su nivel de riqueza:
Implementar una carpa de bonos: Una tienda de bonos es una estrategia que coloca algunos años de dinero para gastos en bonos de corto plazo de alta calidad o en equivalentes de efectivo en caso de jubilación anticipada. Este enfoque tiene como objetivo reducir el riesgo de caídas del mercado que pueden ser devastadoras cuando un inversor comienza a retirar dinero de su cartera.
Diversificar: El mercado se mueve en ciclos. Nadie sabe qué clase de activos tendrá un mejor desempeño y cuál caerá en valor. Es por eso que siempre es prudente distribuir sus inversiones en múltiples áreas del mercado, especialmente cuando ya no obtiene ingresos para reponer sus ahorros.
Mantener una asignación a acciones: En el mundo actual, es común que los jubilados experimenten una jubilación de varias décadas. Para mantener el nivel de vida y minimizar la probabilidad de que sus fondos sobrevivan, es imperativo tener exposición a acciones. Atrás quedaron los días en que la gente colocaba toda su cartera en bonos municipales y vivía de los pagos de intereses. El mercado ha cambiado y también las expectativas de longevidad. Utilice existencias para planificar en consecuencia.
Ignorando su tasa de retiro seguro: Vivir con ingresos fijos requiere tener una estrategia de gasto prudente. No gastar dentro de sus posibilidades mientras trabaja puede llevar a vivir de cheque en cheque o a endeudarse. Sin embargo, todavía existe la esperanza de salir de esa situación ganando y aumentando sus ingresos. Durante la jubilación, gastar demasiado puede provocar el agotamiento de sus fondos y la necesidad de depender de la familia para sustentarlo. No hace falta decir que ésta es una situación precaria en la que uno se encuentra.
Para evitar quedarse sin fondos, es imperativo determinar su tasa de retiro seguro (SWR). El SWR de una persona es cuánto dinero puede gastar anualmente sin correr el riesgo de agotar sus activos mientras aún está vivo. Si bien cada familia tiene objetivos diferentes, una buena regla general es que uno puede gastar aproximadamente el 4% anual de sus activos en las primeras etapas de la jubilación. Esto debería permitir que su cartera siga creciendo y le ayudará a prepararse para los mayores gastos de una jubilación posterior. La regla del 4% debería ser sólo un punto de partida en la conversación con su asesor. El SWR de cada persona puede ser diferente según el tamaño de su cartera, sus objetivos, su edad y otros factores.
Descuidar los cuidados a largo plazo y la planificación patrimonial: Seguros y La planificación patrimonial son generalmente los elementos menos populares de la planificación financiera. Ambos implican contemplar la propia desaparición o incapacidad. Sin embargo, lo que es aún menos agradable es el fiasco que se producirá si no tienes esos componentes de tu vida en orden.
Es imperativo tomarse el tiempo para sentarse con un abogado competente y un asesor de seguros que se especialice en estos temas. Un abogado puede redactar la documentación pertinente, como un testamento, pero también la documentación adecuada necesaria para cuando usted todavía esté vivo, pero necesite ayuda adicional. Esto incluye un poder para atención médica, un poder notarial y fideicomisos, si es necesario. Esta planificación garantizará la provisión del cliente en caso de deterioro de su salud, así como la disposición ordenada de sus bienes en caso de su fallecimiento.
En el frente de los seguros, si bien los seguros de vida y de invalidez pueden ser menos relevantes, los seguros de cuidados a largo plazo son imperativo. Después de todo, alrededor del 70% de los jubilados tienen necesidades de cuidados a largo plazo en algún momento de su jubilación. Esto se debe al deterioro de la salud física o mental. El costo de esta atención puede oscilar entre $70,000 y casi $130,000 al año, dependiendo del tipo de atención y de la parte del país en la que resida. No planificar cómo manejar estos gastos tendrá un impacto devastador en sus finanzas, así como en su familia, que deberá determinar cómo administrar su atención.
Si el seguro de atención a largo plazo no es una opción debido a problemas de salud o preocupaciones financieras, entonces se deben discutir otras opciones con su abogado, quien puede sugerirle una planificación de Medicaid. La clave de este tipo de planificación es planificar su patrimonio y sus necesidades de cuidados a largo plazo mucho antes de que se vuelvan relevantes. Esto le permitirá obtener sin problemas la ayuda que necesita sin saquear sus finanzas ni cargar a su familia con estrés innecesario.
Cada jubilación es diferente: Si bien ninguna visión de la jubilación es igual, estos cuatro errores comunes se aplican a todos. Cada uno puede alterar negativamente la trayectoria de su jubilación. Tomar las medidas necesarias para evitar estos errores minimizará el estrés financiero y familiar en lo que de otro modo debería ser un período gratificante de la vida.
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