Ciudad de México, México — Coatlicue ya no es sólo un nombre mitológico de la cultura azteca; ahora también es el nombre de la que podría ser la supercomputadora más poderosa de América Latina y una de las iniciativas tecnológicas más ambiciosas del gobierno mexicano en décadas.
En noviembre, México anunció planes para construir Coatlicue, enviando una señal clara al ecosistema de startups, tecnología y negocios: la nación latinoamericana quiere competir en las grandes ligas de la inteligencia artificial.
“Estamos muy emocionados”, presidenta Claudia Sheinbaum dicho En el momento. “Va a permitir que México entre de lleno en el uso de la inteligencia artificial y el procesamiento de datos que hoy no tenemos la capacidad de hacer”.
La inversión pública en la supercomputadora alcanzará los 6 mil millones de pesos (alrededor de 330 millones de dólares), monto que refleja una decisión estratégica, no un gesto simbólico, en términos de innovación tecnológica.
Con esta inversión, el gobierno pretende construir Coatlicue en un plazo de 24 meses, a partir de enero de 2026, y dotará al país de una infraestructura que antes sólo existía en naciones altamente desarrolladas. El proyecto Coatlicue tiene como eje central la inteligencia artificial, ya que la supercomputadora permitirá procesar volúmenes masivos de datos y entrenar modelos avanzados que actualmente son imposibles en México.
“El reciente anuncio del gobierno mexicano sobre la creación de una supercomputadora nacional marca un punto de inflexión en el discurso tecnológico del país. No se trata solo de infraestructura, sino una señal clara de que México quiere jugar un papel relevante en la era de la inteligencia artificial”, dijo Fermín Muela, líder del Programa Lottus AI, una iniciativa educativa enfocada en IA. Informes Aztecas.
Dónde Coatlicue posiciona a México en el panorama de IA de América Latina
Desde una perspectiva regional, Coatlicue posiciona a México como líder en América Latina, superando siete veces la capacidad de la supercomputadora más grande que opera actualmente en Brasil.
En términos técnicos, Coatlicue integrará 14.480 GPU y alcanzará una capacidad de 314 mil billones de operaciones por segundo, equivalente al procesamiento simultáneo de cientos de miles de computadoras tradicionales.
Este poder convierte a Coatlicue en una herramienta clave para el desarrollo de modelos de IA enfocados en salud, cambio climático, energía, movilidad y análisis avanzado de datos públicos.
El impacto de Coatlicue no se limita al ámbito científico: también abre la puerta a proyectos emprendedores y servicios informáticos masivos para el sector privado, con un efecto directo en la economía digital.
En términos educativos, el beneficio es inmediato, ya que contar con este tipo de infraestructura eleva el nivel de investigación, mejora los procesos de aprendizaje y permite a estudiantes y jóvenes talentos comprender, a través de la experiencia práctica, para qué sirve y cómo se utiliza una supercomputadora, afirmó el ejecutivo del Programa Lottus AI.
El proyecto apunta a impulsar el sector tecnológico de México
En el ecosistema tecnológico, Coatlicue es visto como una señal positiva que podría desencadenar nuevas inversiones privadas y fortalecer iniciativas públicas enfocadas en inteligencia artificial.
Este proyecto envía un mensaje claro al mercado: México busca posicionarse como un actor relevante en innovación, investigación científica y desarrollo tecnológico, con capacidad de competir globalmente a través de su propio talento y una infraestructura de alto nivel orientada a la economía del conocimiento.
El verdadero desafío para Coatlicue radica en su gestión y aprovechamiento estratégico, ya que su impacto dependerá de un uso transparente y eficiente alineado con resultados concretos que generen valor para la sociedad y la industria.
Algunos analistas ya están comentando sobre el potencial de uso indebido de Coatlicue para la vigilancia estatal, dado el historial de México de uso de software espía como Pegasus contra periodistas y miembros de la oposición política.
“Si México logra impulsar este proyecto con una visión de largo plazo, Coatlicue no sólo acelerará el desarrollo de la IA, sino que también marcará el inicio de una nueva era de competitividad tecnológica y crecimiento sustentable para el país”, afirmó Muela.
Featured image credit: Gabriel Monroy / Presidencia México.











