ESTADOS UNIDOS – 2 DE FEBRERO: PERSPECTIVAS DE LA SEGURIDAD SOCIAL A LARGO PLAZO—Douglas J. Holtz-Eakin, director de … (+)
En lo que todos estamos de acuerdo sobre la seguridad social: la insolvencia cobra importancia
Los formuladores de políticas federales y el público en general, en la medida en que prestan atención, están de acuerdo sobre la dinámica financiera central de la Seguridad Social. Según el Informe de los Fideicomisarios de 2024, los ingresos totales del Seguro Social en 2023 fueron de 1.351 mil millones de dólares, mientras que sus gastos alcanzaron los 1.392 mil millones de dólares. Esto resultó en un déficit, lo que obligó al programa a depender de sus reservas de fondos fiduciarios. Las proyecciones indican que estas reservas se agotarán para 2033, momento en el que sólo alrededor de 79% de los beneficios programados serán pagaderos. El consenso sobre los hechos es claro y el consenso sobre los hechos cuesta mucho conseguirlo.
La mayoría de los expertos coinciden en que, sin la intervención del Congreso y del presidente, el sistema de Seguridad Social no podrá cumplir plenamente con sus obligaciones en los próximos ocho años. Esta insolvencia inminente hará que la Seguridad Social sea uno de los temas más debatidos en Washington, DC y en todo Estados Unidos. Sin embargo, sin confiar en el Informe de los Fideicomisarios y en las cifras oficiales, sería casi imposible resolver el problema.
Y que confiemos en las cifras proviene de confiar en los empleados de la administración pública profesionales y no partidistas, que trabajan fielmente como cambios de poder político entre demócratas y republicanos.
Confiar en los números del Seguro Social
El Seguro Social es el programa gubernamental más popular y goza constantemente de apoyo bipartidista. Una encuesta NIRS de 2024 encontró que más 86% de los estadounidenses de todos los partidos políticos oponerse a los recortes a los beneficios de la Seguridad Social. Organizaciones como Obras del Seguro Socialque abogan ferozmente por la preservación del programa, resaltan aún más su popularidad.
Como muchas cifras gubernamentales, las matemáticas de la Seguridad Social no están en duda. Y los formuladores de políticas se basan, por definición, en proyecciones (proyecciones sobre productividad, inmigración, fertilidad, etc.) para establecer un camino de reforma financiera. La confianza de los formuladores de políticas y los expertos en las proyecciones de la Seguridad Social suele estar plasmada en una sola persona. Stephen Goss, quien se ha desempeñado como actuario jefe de la SSA desde 2001 y ha estado en la agencia desde 1973. A lo largo de su larga carrera, Goss ha testificado ante el Congreso más de 100 veces, ofreciendo análisis imparciales que se han ganado el respeto de todas las ideologías políticas.
El representante John Larson (D-CT), un firme defensor de la Seguridad Social, visita a Goss con frecuencia. El senador Bill Cassidy (R-LA), una voz clave en los esfuerzos bipartidistas para reformar el Seguro Social, ha trabajado con Goss durante años.
La credibilidad de Goss surge de su meticulosa metodología y la dedicación de su oficina a la precisión. Su trabajo garantiza que los debates sobre el futuro de la Seguridad Social se basen en datos confiables y no en giros partidistas. Cuando Goss se jubile a finales de 2024, sus contribuciones al servicio público merecen reconocimiento.
El papel político de las estadísticas gubernamentales, incluida la seguridad social
Los números no surgen de la naturaleza y caen del cielo como lluvia. La política y la maquinaria de las cifras del gobierno son vitales para una economía de mercado democrática moderna. Elogiar a Goss pone de relieve un problema mucho mayor: el papel fundamental que desempeñan las estadísticas gubernamentales en la formulación de políticas y la confianza pública.
Como observó Steven Kelman de Harvard en su artículo de 1985: “¿Por qué el gobierno debería recopilar estadísticas, de todos modos??” La recopilación de datos gubernamentales tiene múltiples propósitos, desde informar políticas hasta fomentar la transparencia. Kelman sostiene que las estadísticas precisas e imparciales son esenciales para una gobernanza eficaz, particularmente en sociedades democráticas donde la confianza pública es primordial. Incluso en el siglo XIX, cuando casi todas las facciones políticas querían En un gobierno federal pequeño, casi todo el mundo quería estadísticas gubernamentales fiables sobre el número de personas, vacas, objetos de museo y calidad de las viviendas. La confianza en nuestros pesos y medidas y en nuestras estadísticas oficiales está tan extendida que apenas nos damos cuenta de que estamos de acuerdo en la forma y el tamaño. de nuestro mundo.
Los peces no ven el agua y nosotros no vemos las políticas confiables que producen números confiables.
Que confiemos en las cifras tiene mucho que ver con la función pública (pero el futuro del sistema de función pública es otra cuestión). El análisis de 1992 del eminente sociólogo Paul Starr de Princeton: “Categorías sociales y reivindicaciones en el Estado liberal,” explora la riqueza política inherente a la recopilación de cifras oficiales del gobierno. Starr señala que las sociedades desarrollan medidas alineadas con sus expectativas del gobierno.
En economías complejas como la nuestra, donde las fuerzas laborales y del mercado especializadas a menudo dejan a las personas vulnerables, programas como el Seguro Social son vitales para apoyar a las familias durante los períodos de desempleo debido a la edad, la discapacidad u otros factores. En este contexto, la integridad de los datos gubernamentales se vuelve aún más crítica. Respalda programas como el Seguro Social que definen y abordan las necesidades de la sociedad.
El mandato de Stephen Goss ejemplifica este principio, demostrando cómo las estadísticas confiables pueden facilitar debates informados y soluciones efectivas.
Stephen Goss: el actuario jefe de la Seguridad Social se jubila después de 51 años
La jubilación de Stephen Goss el 3 de enero de 2025 marca la conclusión de una extraordinaria carrera de 51 años en el gobierno federal. Comenzando en la SSA en 1973, Goss ascendió de rango hasta convertirse en Actuario Jefe en 2001. A lo largo de las décadas, Goss jugó un papel fundamental en el mantenimiento de la confianza pública en las proyecciones financieras del Seguro Social. Su trabajo ha sido fundamental para ayudar a los formuladores de políticas a navegar uno de los temas más complejos y políticamente cargados de la gobernanza moderna: qué hacer con la Seguridad Social y cómo proteger a las familias de los trabajadores en mercados de demanda que cambian rápidamente. El legado de Goss subraya una verdad fundamental: no podemos gestionar lo que no podemos medir, y no podemos medir si no confiamos en las medidas.
La capacidad de Goss para proporcionar datos imparciales y precisos ha hecho que las discusiones sobre la solvencia de la Seguridad Social (un tema profundamente polémico) sean mucho más productivas de lo que podrían ser de otro modo. Mientras las facciones políticas se enfrentan a posibles recortes y aumentos de ingresos, dependerán de la Catálogo de soluciones serias de fácil acceso de la Oficina del Actuario. El mérito de esta base de datos pertenece a la firmeza de Goss. Su carrera es un testimonio del valor del servicio público dedicado y la importancia de mantener la integridad en el servicio público. Los desafíos del Seguro Social son enormes, pero las bases sentadas por Stephen Goss ofrecen un camino a seguir.
El largo mandato de Goss como actuario jefe del Seguro Social ha garantizado que los debates sobre el futuro del programa sigan fundamentados en los hechos. Mientras la nación honra sus décadas de servicio, vale la pena reflexionar sobre la lección más amplia de su carrera: el papel indispensable de la confianza y la precisión en las instituciones públicas. Si bien el futuro de la Seguridad Social sigue siendo incierto, una cosa está clara: las contribuciones de Stephen Goss perdurarán como modelo de excelencia en la administración pública. Su legado es un recordatorio de que incluso en una era de división, personas dedicadas en el empleo público pueden guiar a los formuladores de políticas hacia soluciones.