Ayudar a los padres ancianos puede ser un camino difícil a medida que envejecen. Algunos ancianos son relativamente sencillos, aunque siempre trabajan, mientras que otras familias viven un campo minado con sus padres. Algunos padres ancianos siempre han sido manipuladores en sus vidas. Puede empeorar con la edad, cuando esperan más a medida que aumentan sus necesidades.
Los padres mayores pueden volverse manipuladores
Aquellos con activos sustanciales pueden utilizar amenazas de desheredar a sus hijos para tratar de obligarlos a cumplir sus órdenes. Los hijos adultos pueden sentirse atrapados, estresados, emocionalmente agotados y abrumados. Si hacen lo que exige el padre anciano, se enfadarán por haber sido manipulados. Si no obedecen, se cuestionan y se sienten culpables.
Si esto te resuena, no estás solo. Lidiar con las relaciones con padres ancianos difíciles es uno de los desafíos más difíciles que enfrentan los adultos de mediana edad. Aquellos que todavía están criando a sus propios hijos, la llamada “generación sándwich”, se ven especialmente afectados por las amenazas de sus padres ancianos. Ya están muy ocupados con sus familias, su trabajo y sus propias y diferentes responsabilidades. Reconocer la manipulación y al mismo tiempo proteger su propio bienestar emocional es fundamental para encontrar el equilibrio suficiente para controlar el estrés.
¿Cómo se pueden lidiar con esos juegos de poder?
Primero, reconocer las tácticas de manipulación
Los comportamientos manipuladores a menudo comienzan de manera sutil y aumentan con el tiempo. A continuación se detallan tácticas comunes que los padres mayores pueden utilizar:
- Sentirse culpable: Declaraciones como “Después de todo lo que he hecho por ti, ¿así es como me lo pagas?” o “Te arrepentirás de esto cuando me haya ido”.
- Chantaje emocional: Amenazas como negarse a tomar medicamentos, aceptar ayuda o incluso decir que te desheredarán si no cumples con sus demandas.
- Jugar a hermanos entre sí: usar favoritismo o comparaciones (“Tu hermana es mucho más útil”) para controlar la dinámica familiar.
El primer paso para manejar la manipulación es reconocerla tal como es. Una vez que etiquete el comportamiento, podrá separar las emociones que desencadena en usted de su forma de responder. Ésta es una elección.
Por qué los padres mayores se vuelven manipuladores
Un segundo paso es comprender por qué Estos comportamientos ocurren en sus padres ancianos. Esto puede ayudarte a abordar la situación con empatía mientras mantienes tus límites. Algunas razones comunes incluyen:
Miedo a perder la independencia: a medida que la independencia se desvanece, algunos padres manipulan para tratar de mantener el poder sobre sus vidas y las de otros, en particular sobre sus hijos adultos. Esto se vuelve más evidente cuando aparece el deterioro cognitivo. El padre anciano puede saber que algo anda mal y temer perder el control de su vida. Se desquitan con quienes los rodean.
Trastornos de la personalidad: rasgos como el narcisismo pueden exacerbar conductas manipuladoras que siempre han estado presentes. Algunos de estos rasgos empeoran con la edad y surgen nuevamente del miedo a perder el control. Aquí en AgingParents.com, donde ofrecemos consejos y estrategias a las familias de personas mayores, este es un estribillo común. “Mi mamá es narcisista”.
Soledad: Un padre anciano puede sentirse culpable o crear drama como una forma de llamar la atención. Si su comportamiento es consistentemente desagradable, las familias los visitan menos y se convierte en un círculo vicioso.
Cómo responder al comportamiento manipulador.
Tratar con padres manipuladores requiere una combinación de límites firmes, claridad emocional y estrategias prácticas.
Establezca límites claros y consistentes
Cíñete a tus límites. Los padres manipuladores pueden presionar más cuando usted establece límites por primera vez, pero la coherencia ayudará a reforzarlos con el tiempo. Supere sus temores de ser desheredado o cualquiera que sea la amenaza del día. Es posible que realmente no puedan hacer esto.
No muerdas el anzuelo
Cuando tus padres ancianos te manipulan, quieren tu reacción emocional. Si respondes discutiendo o poniéndote a la defensiva, eso alimenta el comportamiento.
Es muy difícil mantener la calma y el desapego. Si acaba de tener una conversación harta, no es necesario que permanezca involucrado. Haz una pausa. Dejar. Todas son opciones. Podrás volver a abordar el tema en cuestión cuando te sientas más racional y en control de tus propios sentimientos.
Una táctica aconsejada por el Dr. Mikol Davis en AgingParents.com es el método “No responder” para afrontar los ataques verbales. Dicen cosas o amenazas desagradables y degradantes. Permaneces inexpresivo y en silencio. Luego cambias de tema. Repiten sus feas palabras. Repites no decir nada y no hacer nada, y nuevamente cambias de tema. Puede resultar muy eficaz. Los padres no obtienen nada de esto, por lo que esto a menudo detiene la diatriba.
Solicite ayuda externa
A veces, las dinámicas difíciles están demasiado arraigadas para resolverlas por tu cuenta. Puede obtener ayuda neutral de expertos capacitados profesionalmente, como mediadores mayores. Muchos se autodenominan “mediadores en el cuidado de personas mayores”. Eso puede estar bien si el problema no tiene ninguna implicación legal. Sin embargo, cuando hay amenazas de desheredación, un abogado-mediador sería una mejor opción. Ellos conocen las leyes del estado de sus padres sobre cambios de testamentos y fideicomisos y usted necesita esta información.
Las conclusiones:
- Concéntrate en lo que puedes controlar: No puedes cambiar su comportamiento, pero puedes controlar tus respuestas.
- Limite la exposición si es necesario: Si el comportamiento de tus padres ancianos se vuelve abusivo, está bien dar un paso atrás temporalmente o limitar la interacción hasta que puedas interactuar con calma. Mientras tanto, no respondas.
- Practica dejar ir la culpa: La culpa es un arma en la manipulación, pero no es necesario portarla. Está bien decir “no” a las demandas. Decir “no” no te convierte en un mal niño; te convierte en un adulto sano. Ayudar a tus padres es una cosa, pero preservar tu propio bienestar también es muy importante. Protege tu propia salud mental y emocional sobre todo.