Hablemos de las cosas reales que nos mantienen estancados financieramente. No sólo gastar de más. No solo bajos ingresos. Pero las creencias, las más arraigadas historias que nos contamos sobre el dinero.

Tuve que desaprender muchas creencias tóxicas sobre el dinero para llegar a donde estoy hoy. En un momento, creí que no era bueno con el dinero, me sentí culpable por querer más y pensé que los pequeños esfuerzos realmente no importaban. ¿Te suena familiar?
Estos no son sólo pensamientos pasajeros. Estas creencias dan forma a cómo ganamos, ahorramos, invertimos y generamos riqueza. Y si se siente estancado, estas narrativas invisibles pueden ser parte del motivo.
Por eso, hoy les comparto cinco creencias sobre el dinero que me mantuvieron estancado durante demasiado tiempo y los cambios de mentalidad que me ayudaron finalmente a dar un paso hacia la abundancia. Porque esta es la verdad: Dios no puso un límite a mi abundancia. Entonces, ¿por qué debería hacerlo?
1. “Simplemente no soy bueno con el dinero”
Este fue uno de los mayores obstáculos que tuve que superar. Cada error que cometí, cada cargo por sobregiro, cada pago atrasado, lo tomé como una confirmación de que simplemente no era una “persona de dinero”. Incluso cuando me iba mejor, minimizé mi progreso porque no era perfecto.
Pero nadie nace sabiendo cómo hacer un presupuesto, invertir o administrar el dinero. Éstas son habilidades aprendidas. Una vez que me di permiso para aprender, todo cambió. tomé cursos gratisleer plibros de finanzas personalesy creé un presupuesto que realmente funcionaba para mi estilo de vida, no una hoja de cálculo perfecta para Pinterest.
Dicho esto, esto es lo que he adoptado ahora.
Nueva creencia: Puede que aún no lo sepa todo, pero soy totalmente capaz de aprender y crecer. Educación financiera No se trata de ser perfecto, se trata de estar dispuesto a aprender, hacer preguntas y seguir mostrándose por uno mismo, incluso cuando se sienta incómodo o desconocido.
2. “Ganar dinero es egoísta”
Esta creencia se muestra mucho, especialmente entre las mujeres. Solía sentirme avergonzado por querer más que lo suficiente para sobrevivir. Como si estuviera codicioso por apuntar a abundancia financiera.
Pero aquí está la cosa: no se puede servir de una taza vacía. Generar riqueza no es egoísta cuando tu intención es cuidar de ti mismo, de tu familia y de tu comunidad. De hecho, cuanto más ganaba, más podía dar, ya fuera tiempo, donaciones, oportunidades o tranquilidad.
La riqueza me permitió descansar sin sentirme culpable, presentarme sin agotamiento y ser generoso en formas que nunca imaginé.
Nueva creencia: Ganar dinero me permite crear estabilidad para mí y para las personas que me importan. No se trata de codicia, se trata de libertad, opciones y la capacidad de retribuir sin quedarse sin nada.
3. “Nunca saldré adelante, entonces, ¿cuál es el punto?”
Esta era la voz de mi ansiedad financiera. Cuando me sentí abrumada por los pocos ahorros o por gastos inesperados, me dije a mí mismo que era inútil. Pensé que si no podía arreglarlo todo de la noche a la mañana, no valía la pena intentarlo.
Pero nunca se logra ningún progreso si se da por vencido. Tuve que cambiar mi enfoque del panorama general al siguiente paso. Una factura pagada. Una transferencia automática. Un golpe impulsivo menos. Ahí es donde vive el impulso.
Nueva creencia: Incluso el progreso lento sigue siendo progreso. Cada decisión financiera intencional, por pequeña que sea, es un voto por mi futuro. No soy impotente y cada esfuerzo que hago se agrava con el tiempo. Vale la pena perseguir mis objetivos, paso a paso.
4. “Si no es un gran gasto, no importa”
Esta fue mi excusa favorita. Solía hacer caso omiso de pequeñas compras como: “Cuesta sólo $ 10” o “Es sólo una comida para llevar”. Pero esas pequeñas transacciones se acumularon rápidamente y sabotearon silenciosamente mis objetivos financieros más importantes a medida que avanzaba. fugas de dinero.
Lo que cambió para mí fue el seguimiento. No para sentirme culpable, sino para tomar conciencia. me di cuenta que estaba gastar cientos de dólares al mes en cosas que ni siquiera valoraba mucho. Una vez que lo vi con claridad, pude tomar diferentes decisiones, como recortar en áreas que no me importaban para poder gastar en cosas que realmente amaba o invertir en mi futuro.
Nueva creencia: Pequeñas cantidades de dinero gastadas descuidadamente suman, al igual que pequeñas cantidades ahorradas o invertidas constantemente. Puedo ser consciente sin ser restrictivo y cada dólar que administro bien me acerca a la vida financiera que quiero construir.
5. “Si lo quiero, debería conseguirlo”
En un momento, equiparé la libertad financiera con comprando lo que quisiera, cuando quisiera. Pero esa mentalidad no me hizo sentir libre. Me hizo sentir dispersa, culpable y arruinada.
Entonces aprendí a esperar. Construí una regla de pausa de 24 a 48 horas en mis gastos. Si todavía lo quisiera después del período de reflexión, lo consideraría, especialmente si ya estaba en mi presupuesto. Pero la mayoría de las veces, me di cuenta de que ya no necesitaba (o ni siquiera quería) el artículo. Esa pausa me devolvió mi poder.
Nueva creencia: La disciplina no es privación. Así es como recupero el control sobre mi dinero y mis objetivos. No necesito actuar según cada deseo en este momento. Mi poder está en mi pausa.
Puede tener un presupuesto, grandes ingresos y objetivos claros, pero si sus creencias están en su contra, el progreso siempre será más difícil. Cuando empiezas a cambiar tu forma de pensar sobre el dinero, todo lo demás empieza a cambiar también.
Preguntas frecuentes sobre creencias sobre el dinero tóxico
¿Qué es una creencia sobre el dinero tóxico?
Una creencia monetaria tóxica es una mentalidad o suposición profundamente arraigada sobre el dinero que le impide generar estabilidad financiera o riqueza.
Estas creencias a menudo se forman en la infancia o a partir de experiencias pasadas y pueden incluir ideas como “el dinero es malo”, “siempre estaré en quiebra” o “los ricos son malos”.
El peligro es que estas creencias a menudo operan de manera inconsciente, influyendo en nuestras decisiones de manera sutil pero poderosa.
¿Cómo sé si tengo creencias limitantes sobre el dinero?
Si se siente ansioso, evasivo, avergonzado o culpable cuando se trata de dinero, es posible que tenga creencias limitantes que impulsen esos sentimientos. Si se encuentra saboteándose a sí mismo (como arruinando su presupuesto o no abriendo facturas), podría ser una señal.
Preste atención a los pensamientos que surgen cuando hace un presupuesto, ahorra o establece metas. Diario y reflexión puede ayudar a sacar a la luz estos patrones para que puedas comenzar a desafiarlos.
¿Cambiar mi mentalidad monetaria realmente puede mejorar mis finanzas?
¡Sí! Tu forma de pensar influye en cada decisión financiera que tomas. Cuando cree que es capaz, digno y que tiene el control de sus finanzas, es más probable que tome medidas consistentes e intencionales.
Las personas que pasan de pensamiento de escasez al pensamiento de abundancia tienden a tomar decisiones financieras más inteligentes, buscar educación y mantenerse motivados para alcanzar sus objetivos. La mentalidad no es el único factor, pero es fundamental.
¿Cómo cambio una creencia sobre el dinero tóxico?
Empiece por identificar la creencia y cuestionarla. Pregúntese: ¿Es esto realmente cierto? ¿De dónde vino esta creencia? ¿Quién se beneficia de que yo crea esto? Luego, reformúlelo con una nueva creencia que le brinde apoyo y empoderamiento.
Por ejemplo, en lugar de “Simplemente soy malo con el dinero”, intente “Estoy aprendiendo a administrar el dinero y a mejorar cada día”. Refuerce su nueva creencia con acciones, como hacer un presupuesto, ahorrar o invertir, para generar confianza y crear evidencia para su nueva historia.
Contenido relacionado con la mentalidad monetaria
Si te ha gustado esta publicación, ¡mira este contenido relacionado!
Elige una nueva creencia, elige un nuevo futuro.
Tus creencias dan forma a tu realidad. Si ha estado estancado, luchando o simplemente sobreviviendo financieramente, puede que sea el momento de mirar hacia adentro, no sólo hacia afuera.
Se le permite generar riqueza. Eres capaz. Eres digno.
Deje que este sea su recordatorio para elegir de manera diferente. Cree de manera diferente. Y actúe desde un lugar de esperanza, no de miedo.
No necesitas permiso para crecer. Sólo una decisión de empezar.
Tienes esto.










