
Los consumidores continúan luchando con los altos precios de los supermercados, y muchos buscan el alivio de las políticas económicas de Trump. Si bien sus promesas de reducir los costos de los alimentos han atrapado los titulares, los expertos advierten que la realidad puede ser más complicada. La inflación alimentaria está impulsada por las cadenas de suministro globales, los costos laborales y las estrategias de precios corporativos, factores que pueden no responder rápidamente a los cambios políticos.