Las ventas de viviendas pendientes se mantuvieron estables en septiembre de 2025, sin cambios con respecto a agosto y cayendo un 0,9% respecto al año anterior, según el último Informe de ventas de viviendas pendientes de la Asociación Nacional de Agentes Inmobiliarios. Los datos, que rastrean las transacciones en las que se ha firmado un contrato pero aún no se ha cerrado, sirven como un indicador clave prospectivo de la actividad del mercado inmobiliario en Estados Unidos.
Las tendencias regionales fueron mixtas. El noreste y el sur registraron modestos aumentos en la firma de contratos, mientras que el medio oeste y el oeste registraron descensos. Las ventas pendientes en el noreste aumentaron un 3,1% desde agosto y un 0,5% año tras año. En el Sur, subieron un 1,1% respecto al mes anterior y un 0,9% desde septiembre de 2024. El Medio Oeste registró una caída mensual del 3,4% y una caída anual del 1,5%, mientras que el Oeste cayó un 0,2% mes tras mes y un 5,3% año tras año.
El índice de confianza de los agentes inmobiliarios de septiembre de 2025 de la NAR mostró un ligero repunte en las expectativas de actividad de los compradores, con un 20% de los miembros anticipando un aumento en el tráfico de compradores durante los próximos tres meses, frente al 19% en agosto. Esa cifra fue ligeramente inferior al 21% del año anterior. El diecinueve por ciento de los encuestados espera que más vendedores ingresen al mercado, sin cambios respecto al mes anterior pero por debajo del nivel del 20% observado el año pasado.
Lorenzo Yun
“Las firmas de contratos coincidieron con el segundo ritmo más fuerte del año”, dijo Lawrence Yun, economista jefe de la NAR. “Sin embargo, los contratos aún no han alcanzado el nivel necesario para un mercado sano, a pesar de que los tipos hipotecarios alcanzaron su nivel más bajo en un año. Un mercado bursátil récord y una creciente riqueza inmobiliaria en septiembre no fueron suficientes para compensar un probable debilitamiento del mercado laboral”.
Yun señaló que los niveles de inventario han aumentado a un máximo de cinco años, lo que ofrece más opciones para los compradores y espacio para la negociación de precios. “De cara al futuro, los tipos hipotecarios tienden a alcanzar los mínimos de tres años, lo que debería mejorar aún más la asequibilidad”, añadió. “Sin embargo, el cierre del gobierno podría ralentizar temporalmente la actividad de ventas de viviendas”.










