
La música latina ya no es un nicho. Es un fenómeno global que reforma la forma en que las marcas navegan por un panorama cada vez más digital y culturalmente diverso. Las plataformas de transmisión están desglosando barreras para el descubrimiento, brindando a los artistas acceso instantáneo al público global y perpetuando la difusión cultural a través de las fronteras. Pero con ese acceso viene la interrupción y la necesidad de repensar cómo se crea y comparte el valor. Para los especialistas en marketing, esto significa mirar más allá de las métricas convencionales y centrarse en dónde y en cómo las personas se involucran con el contenido.
La tecnología también acelera la creatividad, pero con TI viene nuevos desafíos. Si bien la inteligencia artificial ahora permite generar música con un aviso, también plantea serias preguntas éticas sobre la autoría, la propiedad y la compensación. A medida que la IA se integra más en los flujos de trabajo creativos, la industria está lidiando con cómo proteger la integridad y los medios de vida de los creadores humanos.
El uso ético de la IA también está estrechamente vinculado a la resonancia cultural, especialmente con la Generación Z, una audiencia que valora la autenticidad y se resiste a ser limitados a los boxes de género tradicionales. Sus hábitos de escucha están moldeados más por el estado de ánimo, el contexto y los matices culturales que por las categorías convencionales, desafiando a los especialistas en marketing a conocerlos con contenido que se siente personal y real.
En última instancia, la música arraigada en la verdad cultural, incluso cuando se fusiona con otros sonidos, tiene el poder de unir a las personas independientemente de los antecedentes o la geografía. El consumidor da forma a lo popular, y la tecnología amplifica esa influencia, lo que facilita el público descubrir, compartir y defender la música que les habla.
En este episodio del nuevo podcast principal, José Abreu, vicepresidente de marketing digital y transmisión, región latina Iberia, en Sony Music Entertainment, explora cómo la tecnología, la cultura y el comportamiento del consumidor están reestructurando el futuro de la música y qué las marcas pueden aprender de ella.