
Cuando usted o un ser querido mayor comienza a actuar de manera diferente, puede que no se trate de una pérdida de memoria relacionada con la edad o del envejecimiento normal, sino de la forma única que tiene el cuerpo de señalar una infección. Es posible que no haya tos persistente ni fiebre alta que indiquen que algo anda mal. En cambio, las infecciones pueden aparecer de maneras sutiles que se asemejan a los cambios naturales que se producen con la edad o con afecciones a menudo relacionadas con la edad.











